"¿Qué haces contra alguien que te culpa de todo?

Porque es casi como si no pudiera hacer nada bien. Por mucho que lo intente, nunca es lo bastante bueno.

Sólo me dicen lo estúpida que soy o que debería haberlo hecho de otra manera. Me siento tan agotada y resentida".

¿Te suena familiar este guión mental en tu relación? ¿Te dicen constantemente que tú eres el problema, aunque sólo estés haciendo lo mejor que puedes?

Si es así, quizá se pregunte, por qué la gente culpa a los demás de sus problemas ¿Por qué nunca es culpa de ellos sino siempre tuya?

Hay muchas razones por las que esto ocurre. culpar a otro de tus problemas se llama narcisismo, negación y proyección.

También es simplemente una forma intensa de ensimismamiento y egoísmo. Al fin y al cabo, es mucho más fácil echar los problemas a otro que reflexionar sobre uno mismo.

¿Cómo actuar cuando se está en el extremo receptor de este horrible ciclo? Entremos en lo que hay que saber.

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    4 rasgos comunes de las personas que culpan a los demás

    No todos los culpables son iguales Comprender estos rasgos puede ayudarle a entender mejor su relación.

    #1 Tendencias Narcisistas

    Los narcisistas son famosos por culpar a todos y a todo lo que les rodea.

    Esta proyección se produce porque creen que saben hacer las cosas de la manera correcta. Además, no pueden aceptar la responsabilidad cuando cometen un error, aunque todos los demás lo reconozcan.

    Si estás en una relación con un narcisista, es posible que te culpe por:

    • Ser demasiado sensible.
    • No ser un compañero lo suficientemente bueno/atento.
    • Su salud mental.
    • Todos y cada uno de los problemas que existen en tu relación o dinámica familiar.
    • El fin de la relación.

    En otras palabras, no esperes un reconocimiento formal o una disculpa sincera después de un conflicto.

    En algunos casos, puede que recibas una disculpa falsa, pero sólo hacen este esfuerzo para satisfacer sus necesidades y restablecer el statu quo habitual en vuestra relación.

    #2 Mal control de los impulsos

    No quería comprar el coche. Pero no dejabas de mencionar que querías uno nuevo, ¡y el precio era inmejorable!

    Me habría encantado decirlo, pero mi trabajo era tóxico. Debería haberlo dejado hace meses.

    ¡Siempre dijiste que querías ir a Hawai! Por eso reservé el billete de avión. Quería hacerte feliz.

    Los culpables suelen controlar mal sus impulsos y toman decisiones financieras erráticas sin pensar en las consecuencias.

    Cuando se les confronta, culpan a otra cosa para defender su acción.

    En muchos casos, para presentarse como víctimas o héroes, negarán haber querido tomar esa decisión en primer lugar.

    #3 Miedo al rechazo

    A la mayoría de las personas les preocupa el rechazo de vez en cuando, pero algunos culpables tienen un miedo tan intenso al rechazo o al abandono que utilizan la culpa como escudo para proteger su ego.

    Este miedo puede manifestarse por muchas razones, entre ellas:

    • Tener antecedentes traumáticos.
    • Tener antecedentes de rechazo persistente en el pasado.
    • Baja autoestima.
    • Relaciones inestables y tóxicas.
    • Trastornos de la personalidad o rasgos de trastornos de la personalidad.

    Independientemente del origen, este miedo puede hacer que las personas quieran presentarse perfectamente ante los demás.

    En consecuencia, se niegan a reconocer sus defectos y a asumir su responsabilidad cuando cometen errores.

    #4 Habilitar a los seres queridos

    Un culpabilizador sólo puede culpar en la medida en que otra persona lo tolere. Si te niegas a responsabilizarte de sus acusaciones, no puede hacer gran cosa con su culpa. En lugar de eso, tiene que sentarse con su propio malestar.

    Por desgracia, muchas personas asumen la culpa de la culpa.

    Se culpan a sí mismos, se cuestionan lo que pueden haber hecho mal y creen falsamente que el culpable lo sabía todo.

    ¿Qué hacer cuando alguien te culpa de todo?

    Mi mujer me culpa de todo. No saco bien la basura.

    No llevo la camisa adecuada para la ocasión. No he dado a los niños la cena adecuada.

    Es muy frustrante y me hace sentir que nunca soy suficiente. ¿Soy estúpida o ella es mala?

    Etiquetar la dinámica

    El primer paso para desenredar este problema es reconocerlo. En nuestras relaciones, a veces queremos dar a nuestras parejas el beneficio de la duda.

    Queremos creer que velan por nuestros intereses y no nos gusta reconocer sus defectos.

    Pero si estás en una relación con alguien que te culpa constantemente, no tiene tus mejores intereses en mente.

    No te respetan ni respetan tus esfuerzos. Esta relación es unilateral y hace que te sientas culpable, inseguro y enfadado.

    Esta percepción puede resultar dolorosa, sobre todo si te identificas como empático y te sientes demasiado sensible a las necesidades de los demás.

    Si te encuentras en este patrón familiar, es normal que sientas compasión hacia el culpable porque tú:

    • Siéntete desinteresado con todo el mundo.
    • Siente una inmensa protección y amor por el culpable.
    • Sentir pena por el culpable y querer darle el cariño que no recibe en otras partes.

    Descubre la verdad

    Es importante recordar que su verdad no es inherente a la actual verdad.

    La culpa suele ser una manifestación de poder y control. El que culpa no quiere asumir la responsabilidad de lo que ha hecho.

    Quieren trasladar ese problema a otra persona.

    Deberías haber recogido la ropa de la tintorería. No me estabas escuchando. Ni siquiera sabes preparar bien la cena.

    ¿Cuál es el tema común aquí? Estas réplicas son desagradables, pero son simplemente perspectivas. En el fondo, la culpa es una opinión, y la opinión no se traduce en una verdad.

    Cómo tratar a alguien que te echa la culpa de todo: visión general

    "Mi marido me culpa de todo. No lavé el coche.

    Debería haber llamado por ahí y pedir más presupuestos.

    No debería haber gastado tanto dinero haciendo la compra.

    Ya no sé qué hacer".

    Si su mujer o marido le culpa de todo, necesita algunas medidas prácticas para afrontar este dolor.

    Lo más probable es que su comportamiento te haga sentir como una mala persona. Puede desencadenar inmensas emociones de culpa, vergüenza o miedo.

    Asimismo, huelga decir que este ciclo también puede desencadenar resentimiento y tensión en el matrimonio.

    1. Considerar el contexto

    Cuando trates con una persona que te echa la culpa, debes ser consciente de tus intenciones, ya que lo que está en juego es, obviamente, diferente según la persona.

    Por ejemplo, si estás tratando con un colega distante, su comportamiento frustrante puede no importar tanto.

    Tal vez puedas olvidarte del asunto porque no merece la pena el esfuerzo.

    Pero si es tu pareja, es otra historia.

    Si se trata de un hecho aislado, quizá sea mejor dejarlo pasar. La gente comete errores.

    A veces, intentar combatirlo y defenderse puede causar más angustia que no hacer nada.

    Si se trata de un patrón repetido, necesitarás un enfoque más asertivo.

    2. Comparte tus sentimientos

    En casos leves de culpa, puede valer la pena compartir tus sentimientos con la otra persona.

    Esta estrategia es beneficiosa si sospecha que no son conscientes de su comportamiento.

    También es útil si crees que tienen suficiente empatía para entender y reconocer cómo te puedes sentir.

    Cuando compartas tus sentimientos, es crucial que seas directo y específico. Algunos ejemplos son:

    • No me gusta que me culpen de _____.
    • Cuando me culpaste de ____, me sentí ______.
    • Ahora mismo me siento culpado.

    Intente evitar afirmaciones excesivas del tipo siempre me culpas por ____ o ¡nunca asumes tu responsabilidad!

    Además, estas afirmaciones suelen parecer acusatorias y hacen que la otra persona se sienta a la defensiva.

    Si la otra persona se muestra receptiva, podéis trabajar juntos para construir una relación más sana.

    Es importante seguir compartiendo tus sentimientos si surgen los mismos problemas.

    Compartir tus sentimientos no suele funcionar si la otra persona es muy manipuladora, narcisista o abusiva.

    Estos individuos no serán capaces de reconocer su papel en la culpa.

    Es probable que insistan en que eres dramático o injusto. También es posible que nieguen haberte culpado de nada en primer lugar.

    En casos graves, pueden llegar a maltratarte físicamente para "castigarte" por haberles plantado cara.

    3. Infórmate sobre los síntomas del maltrato emocional

    La culpa no siempre es inofensiva, sobre todo si la otra persona te culpa de forma persistente y crónica.

    Si es así, este patrón puede ser uno de los factores clave asociados al maltrato emocional y físico.

    Como ser querido, es crucial que identifique estas señales de advertencia asociadas a la culpa:

    • Acusarle de coquetear, engañar o ser desconfiado.
    • Acusándote de su comportamiento abusivo ( es culpa tuya por enfadarme tanto).
    • Acusándote de ser abusivo.
    • Acusarte de estar necesitado, ser pegajoso o dependiente de la relación.
    • Acusándote de estropear las cosas.
    • Acusándote cada vez que surge un problema.

    Este patrón de que alguien te culpe constantemente es tóxico. Con el tiempo, puede destruir por completo tu bienestar.

    Si tiene hijos, también los expone a un riesgo importante de sufrir malos tratos.

    Recuerda que el abuso emocional puede empezar lentamente. No es raro que los culpabilizadores o los narcisistas encandilen a los demás cuando intentan establecer una conexión.

    Este encanto puede ser encantador, y puede engañarte haciéndote creer que son personas amables y compasivas.

    Por desgracia, una vez que se ganan tu confianza -y puede que no tarde mucho-, pueden aprovecharse fácilmente de ti.

    Fuente Calmsage

    4. Haga cumplir sus límites

    Cuando alguien sigue culpándote, es esencial que reflexiones sobre tus reacciones.

    ¿Se vuelve combativo y discutidor? Si es así, esta reacción suele desencadenar en ellos continuar con las culpas.

    ¿O te quedas callado y sumiso? Este enfoque también puede reforzar su comportamiento.

    En ese momento, tienen una razón para creer que tienen razón ya que parece que estás "cediendo".

    Por supuesto, los límites pueden ser diferentes para cada persona. Algunos límites son verbales y tangibles,

    como decirle a alguien que no asumirás la responsabilidad de un comportamiento concreto.

    Otras son más abstractas, como distanciarse emocionalmente de una persona tóxica.

    Algunos límites saludables para mantener con alguien que te culpa de todo incluyen:

    • Etiquetado de la acción ( Me siento culpado) con la consecuencia ( y no lo toleraré).
    • Permanecer neutral y no reaccionar cuando se le culpa.
    • Pedir a la persona que se vaya de casa o poner fin a la conversación.
    • Poner límites a la información que se comparte con el agresor.
    • Poner fin a la relación con esa persona.

    5. Cultiva tu autoestima

    ¿Qué te hace sentir importante? ¿Qué te hace sentir feliz y realizado?

    Tu autoestima sienta las bases de las relaciones de las que disfrutas en tu vida.

    Por desgracia, las personas con baja autoestima tienden a permitir comportamientos tóxicos de los demás. A menudo creen que no se merecen nada mejor.

    Dedica tiempo a intentar reforzar tu autoestima:

    • Practicar afirmaciones positivas que te recuerden tu valor inherente.
    • Pasar más tiempo con personas que te hacen sentir bien contigo mismo.
    • Dedicarse a aficiones significativas que le gusten.
    • Practicar más la atención plena a lo largo del día.
    • Reducir o eliminar el tiempo dedicado a tareas que agotan su energía.

    Cuanto más refuerces tu autoestima, menos tolerancia tendrás hacia las personas negativas.

    Naturalmente, exigirá respeto en sus relaciones y también disfrutará de una simbiosis mutua de toma y daca con los demás.

    Reflexiones finales

    Si te sientes constantemente culpado, probablemente también te sientas cansado, abrumado y enfadado.

    Estas reacciones son normales, pero es importante actuar para cambiar la situación.

    No estás obligado a tolerar este comportamiento. En consecuencia, ¡no estás obligado a que te traten como a un saco de boxeo!

    Considera la posibilidad de hablar con la otra persona sobre cómo te sientes. Si no responde o la situación sigue empeorando, es hora de reflexionar seriamente sobre vuestra relación y vuestras intenciones de seguir juntos.

    Nadie es perfecto, pero si alguien te culpa constantemente y te menosprecia, ¿realmente quieres tener a esa persona en tu vida?

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